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Foto del escritorLuis R.

La inteligencia artificial y la creación literaria


Últimamente estamos escuchando mucho que las inteligencias artificiales pueden sustituir a la escritura humana. Incluso hay quien opina que acabaremos viendo a una inteligencia artificial ganar un Nobel. Yo mismo, sin ir más lejos, recomendaba aquí el uso de una de estas inteligencias como medio de inspiración. Así que os voy a explicar cómo puede ser útil algo como ChatGPT y por qué, de momento, no debemos temer a estos sistemas.

Usar ChatGPT es muy sencillo. Es como chatear con un niño de siete años que tiene todo el conocimiento del mundo. Para este ejemplo, vamos a suponer que queremos participar un un concurso de relatos cuya única regla es que estos tengan una longitud de 300 palabras. Así que se lo pedimos directamente.


LuisR: Hola. ¿Puedes escribir un relato de 300 palabras? ChatGPT: ¡Hola! Claro, aquí te dejo un relato breve de 300 palabras:
La Habitación La habitación parecía igual que siempre, pero algo no estaba bien. Los objetos estaban donde siempre, pero su ubicación parecía diferente. La silla estaba un poco más cerca de la cama, y la almohada estaba sobre la cama en lugar de debajo de ella. A pesar de la oscuridad, todo parecía más nítido, como si la habitación estuviera más iluminada que de costumbre. Miré hacia la ventana y vi que la luna llena estaba en su máximo esplendor. Un extraño sentimiento de incomodidad se apoderó de mí. La habitación había cambiado de alguna manera. Me acerqué a la cama, pero no me atreví a tocarla. Sentía que si lo hacía, algo terrible sucedería. De repente, escuché un ruido proveniente de debajo de la cama. Era un sonido suave y repetitivo, como si alguien estuviera rasgando una tela. Me agaché y miré debajo de la cama. No vi nada allí, pero seguía escuchando el ruido. Luego, algo me agarró del tobillo. Grité, pero no salió ningún sonido de mi boca. Algo tiró de mi pierna, arrastrándome hacia debajo de la cama. Intenté resistir, pero era inútil. Me arrastraron hacia la oscuridad debajo de la cama. Cuando me desperté, estaba de vuelta en mi cama. Miré alrededor de la habitación y todo parecía normal. Me levanté y revisé debajo de la cama, pero no había nada allí. Me pregunté si todo había sido solo una pesadilla, pero el dolor en mi tobillo me recordó que algo había sucedido. Desde esa noche, nunca volví a dormir en esa habitación. Algo había cambiado allí, algo malvado había tomado el control.

Voy a destacar varias cosas. Para empezar, el uso de la negrita para diferenciar el título del relato. Es muy interesante que ya sea capaz de darnos algo con título y algo de formato incluido. Pero por otro lado, le hemos pedido 300 palabras y solo nos ha escrito 266. Aún podría haber añadido muchas más, pero las conversaciones con ChatGPT están limitadas a un número de palabras que es variable. Esto es debido a que el sistema no entiende de palabras sino de datos, y para crear las estructuras usa algo llamado tokens que, en muchos casos coincide con la longitud de palabras y en otros casos no. Sobre este tema no voy a hablar más porque es algo muy técnico. Vamos a quedarnos con que tiene muy limitada la longitud de los textos que puede crear aunque, como veremos más adelante, sí que podría llegar a las 300 palabras.

Otra de las cosas que he descubierto es que al pedirle "un relato" solo entiende como tal relatos de terror. He hecho la petición varias veces y en todas a escrito sobre el mismo tema.

Si pasamos a la calidad de lo que nos ha entregado, podemos ver que está un poco manido, como si ya lo hubiésemos leído antes. Y es que probablemente lo hayamos hecho. Hay que tener en cuenta que, creativamente, bebe de todos los escritos que hay en internet, así que en muchas —muchísimas— ocasiones, cae en los tópicos. Así que a partir de aquí nos toca depurar un poco más la creación.

Lo primero es que quizá no queramos un relato de terror.


LuisR: Escribe un relato de 300 palabras, pero que no sea de terror.
ChatGPT: Por supuesto, aquí tienes un relato de 300 palabras que no es de terror:
El Pintor Había una vez un pintor llamado Juan. Él era muy talentoso y siempre estaba buscando inspiración para sus obras de arte. Un día, decidió dar un paseo por el bosque cercano a su casa para encontrar algo que pudiera inspirarlo. Mientras caminaba, vio una pequeña flor amarilla creciendo entre la hierba. La flor era tan hermosa que decidió pintarla. Pasó horas trabajando en su obra de arte, prestando atención a cada detalle de la flor. Cuando terminó, la obra era increíblemente realista, como si la flor estuviera a punto de saltar del lienzo. Cuando regresó a casa, mostró su obra a su esposa, quien quedó impresionada por su habilidad para capturar la esencia de la flor. Sin embargo, ella sugirió que tal vez debería salir a buscar algo más para inspirarse, en lugar de solo quedarse en casa y pintar. Así que, al día siguiente, Juan decidió visitar un pequeño pueblo cercano para buscar inspiración. Allí, encontró un mercado local y vio a un anciano vendiendo flores. Había todo tipo de flores, cada una más hermosa que la anterior. Juan se acercó al anciano y le preguntó si podía pintar una de sus flores. El anciano asintió y le entregó una rosa roja. Juan pasó días trabajando en su obra de arte, prestando atención a cada detalle de la rosa. Cuando finalmente terminó, la obra era impresionante. La rosa parecía casi real, con cada pétalo y hoja perfectamente representados. El anciano estaba muy feliz con la obra de arte y le preguntó si podía comprarla. Juan se negó, regalándole la obra en su lugar. Desde entonces, Juan siempre encontraba inspiración en el mundo que lo rodeaba. Cada flor, cada paisaje, cada persona, todo lo inspiraba a crear obras de arte maravillosas. Nunca se quedó sin inspiración, siempre encontrando belleza en cada pequeña cosa que encontraba en su camino.

Pues parece que ha mejorado un poco, ¿verdad? Aunque es un poco infantil y tremendamente motivacional, creo que con algunos cambios nos podría servir. Sin embargo, esta vez ha cometido un error, el de escribir 308 palabras por lo que tendríamos que ajustarlo mucho. A mí, personalmente, no me gusta el tono que tiene y además le falta personalidad. Y es que si le mandas escribir a una máquina, podrá simular sentimientos, pero no los tendrá. Voy a seguir buscando algo que me convenza más. Por ejemplo, siempre me ha gustado el estilo de Raymond Carver —o más concretamente, el de su editor—.


LuisR: ¿Qué temas suele tratar Raymond Carver en sus relatos? ChatGPT: Raymond Carver es conocido por su habilidad para capturar la vida cotidiana de la clase trabajadora y por su exploración de temas universales como la soledad, la incomunicación, la desesperación, la pérdida y la lucha por la supervivencia. A continuación, se describen algunos de los temas más comunes que se encuentran en sus relatos:
Las relaciones interpersonales: Los relatos de Carver a menudo exploran las relaciones entre las personas, incluyendo el amor, la amistad, la familia, la separación y la pérdida. Sus personajes a menudo luchan por conectarse con los demás y experimentan una sensación de soledad y aislamiento.
La lucha por la supervivencia: Muchos de los personajes de Carver viven en situaciones precarias y luchan por sobrevivir, ya sea económicamente o emocionalmente. Estos personajes a menudo enfrentan desafíos difíciles y tratan de encontrar una manera de seguir adelante.
La adicción: Carver a menudo explora la adicción en sus relatos, ya sea a través del alcoholismo, la drogadicción o la ludopatía. Sus personajes a menudo luchan contra la adicción y sus efectos en sus vidas.
La violencia y la pérdida: Los relatos de Carver a menudo contienen elementos de violencia y pérdida, ya sea la pérdida de un ser querido o la violencia interpersonal. Sus personajes a menudo luchan para superar estas experiencias traumáticas.
La incomunicación: La incomunicación es un tema común en los relatos de Carver, ya que sus personajes a menudo tienen dificultades para comunicarse con los demás y para expresar sus sentimientos. Esto a menudo conduce a malentendidos y conflictos.
En resumen, los temas comunes en los relatos de Raymond Carver incluyen las relaciones interpersonales, la lucha por la supervivencia, la adicción, la violencia y la pérdida, y la incomunicación. Estos temas universales le permiten a Carver capturar la complejidad de la vida cotidiana y explorar la condición humana.

Ya lo tenemos un poco más claro. Adicciones, supervivencia, incomunicación... son temas muy actuales porque en realidad son temas universales. Carver habla de alcoholismo y ludopatía, pero voy a intentar actualizar un poco los elementos. Digamos que quiero escribir sobre una persona adicta a las aplicaciones de citas, pero incapaz de hablar con una mujer a la cara.


LuisR: quiero que escribas un relato de 300 palabras sobre un hombre adicto a las aplicaciones de citas. Quiero que lo hagas en el estilo de Raymond Carver.
ChatGPT: El hombre estaba sentado en su sofá, con el teléfono móvil en la mano, deslizando frenéticamente su dedo sobre la pantalla. Había perdido la cuenta de cuánto tiempo había estado allí, desplazándose por las aplicaciones de citas sin encontrar a nadie que le llamara la atención. Se sentía solo y vacío, pero era incapaz de tener una conversación cara a cara con alguien. Había perdido la habilidad de comunicarse en persona, de sostener una mirada o de decir las palabras adecuadas en el momento oportuno. En su mente, se veía a sí mismo como un hombre atractivo, exitoso y encantador, pero en la vida real, era todo lo contrario. Se sentía incómodo en su propia piel y las citas se convertían en una serie interminable de silencios incómodos y malentendidos. Pero las aplicaciones de citas eran diferentes. Allí, podía ser quien quisiera ser, decir lo que quisiera decir y deslizar su dedo sin cesar para encontrar a la persona perfecta. Pero nunca parecía encontrarla. Una noche, mientras deslizaba su dedo, vio la foto de una mujer hermosa con una sonrisa encantadora. Hizo una conexión y comenzó a hablar con ella. Parecía que finalmente había encontrado a alguien con quien podría tener una relación real. Pero cuando llegó el momento de conocerla en persona, el miedo y la ansiedad se apoderaron de él. No podía soportar la idea de decepcionarla, de no estar a la altura de su imagen en línea. Finalmente, canceló la cita y volvió a las aplicaciones de citas, deslizando frenéticamente su dedo una y otra vez en busca de la persona perfecta. Pero la soledad seguía siendo su única compañía en la vida real, y se preguntaba si alguna vez podría superar su adicción a las aplicaciones de citas y tener una conexión real con alguien.

Como vemos, es un texto bastante malo. Todo es demasiado evidente y plano, pero me ha dado una clave. Me gusta esa idea del tipo que necesita mantenerse alejado de la vida real porque esta es incompatible con la forma en la que el mismo se ve y que ha encontrado en las aplicaciones de citas un mundo perfecto en el que él puede ser quien quiera siempre que ese mundo no se convierta en algo físico. Me voy a quedar con este relato y lo voy a reescribir.


Estaba sentado en su sofá, con el teléfono móvil en la mano. Sí, sí, sí. Casi todas le valían. Apenas miraba las fotos ni leía los perfiles —esto no lo hacía jamás—. La misma rutina cada noche, hasta caer rendido de sueño. Por la mañana comprobaba si durante la noche había conseguido alguna coincidencia. Una mujer que hubiese dicho "este tío me gusta, voy a darle a sí". Luego, en el trayecto al trabajo, la retahíla de "buenos días, espero que tengas un día estupendo" para todas aquellas con las que conseguía hablar. Al llegar a casa por la noche, la rutina volvía a empezar. "Podría hacer otras cosas, lo que quisiera, pero es que no me apetece". Esto era algo que se repetía cada vez que el teléfono le avisaba de que la batería había bajado un diez por ciento.
175 centímetros. 70 kilos. Una foto junto a BMW —alquilado—, otra con el perro de un amigo.
La báscula siempre marcaba 90. No estaba tan gordo, se decía. Ya adelgazaría cuando encontrase a alguien que lo mereciese. Al otro lado de la pantalla estaba ella. No la había visto nunca, pero había vuelto cada noche desde hacía tres semanas. Nunca habían podido quedar. La primera semana por haber sido demasiado precipitado, la segunda porque a ella le tocaba tener a los niños. La tercera habían quedado en firme. Se verían el sábado por la tarde. Él canceló el día antes. Su empresa le había puesto un viaje para el fin de semana y no estaría en la ciudad. Ya se verían otro día.
El sábado por la noche, al abrir la tercera cerveza, pensó que podría estar en cualquier parte, pero que lo que más le apetecía hacer era quedarse allí, en su casa, viendo una serie y dándole al botón de "Sí".

No es una maravilla, pero me ha costado 20 minutos escribirlo entero cubriendo el proceso creativo completo. Y aquí es donde entran las inteligencias artificiales. No en crear un texto, sino en que con las pautas que tú le des y las ideas que la inteligencia aporte, poder tener terminado un texto. Por cierto, no le he puesto título. Por cierto, ChatGPT me sugiere que le titule "El adicto a las coincidencias". Pues mira, me gusta.

Para terminar, he preguntado qué le parece el relato. Para hacer algo así, solo tenéis que poner ¿Qué te parece esto? y a continuación pegar el texto. Esto es lo que ha contestado.


El relato presenta una cruda realidad de la sociedad actual en la que la tecnología y las aplicaciones de citas han reemplazado la interacción humana real. El protagonista está obsesionado con la búsqueda de relaciones superficiales, sin importarle quién está al otro lado de la pantalla. Se muestra como una persona vacía, que se preocupa más por su imagen y su apariencia que por su personalidad y sus sentimientos.
El autor utiliza una narrativa directa y concisa para describir las acciones del protagonista, dejando al lector sin juicios y permitiéndole sacar sus propias conclusiones. El lenguaje es sencillo y cotidiano, reflejando el discurso de la gente común.
En cuanto al título, podría ser algo como "La rutina de las citas virtuales" o "El vacío de las relaciones superficiales". En general, el relato es un retrato desolador de una persona atrapada en su adicción a las aplicaciones de citas, que ha perdido la capacidad de conectarse emocionalmente con los demás.

Por supuesto, esto no nos sirve solo para escribir relatos. También para crear ambientaciones, hilos argumentativos, discursos... pero tened cuidado con los datos objetivos que nos de. ChatGPT está programada para rellenar los huecos y, como tal, puede llegar a inventarse cosas que desconoce. Por lo demás, solo tenéis que aplicar la imaginación e imaginar que habláis con alguien que os puede ayudar, pero que su palabra no es la última. Esta siempre será la vuestra.

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1 Comment


Liber Alis
Liber Alis
Mar 10, 2023

Me meo.

Anteayer estuve explicando a los chavales del trabajo (entre 28 y 32 años) cómo funcionaba ChatGPT y qué era y no era capaz de hacer. Le pusimos a hacer nuestro trabajo. Literalmente.

Eso de que no debemos de preocuparnos por este tipo de tecnología, no lo comparto para nada. Estoy tan asustada como cualquier disidente de cualquier distopía. Es terrorífico a donde nos dirigimos pero es aún más terrorífico que vayamos sonriendo.

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