Supongo que lo mejor será empezar explicando por qué voy a hacer una serie sobre escribir si esto es un club de lectura. Pues es fácil, muchos lectores llevan dentro a un escritor frustrado que no saben cómo sacar. No entendamos esa frustración como un fracaso, sino como una incapacidad. A veces es muy difícil terminar un párrafo —yo, por ejemplo, llevo un par de horas intentando dar forma a este—, otras veces, queremos escribir porque nos apetece, pero no sabemos sobre el qué. Y luego vienen otras preguntas. Cómo llegar al público, el registro de la obra, la edición —o la autoedición—. Así que le voy a dedicar una serie de artículos y voy a compartir con vosotros algunos conocimientos que he ido adquiriendo con el paso de los años.
Es posible que ya tengas escrito algo pero que lo tengas guardado solo para ti por vergüenza o miedo a las críticas. Quizá nunca te has atrevido a escribir nada porque no sabías por dónde empezar. O puede que ya tengas algo, pero no sabes qué hacer con ello. No importa cual sea tu caso, hay unas cuantas cosas que tienes que saber antes de dar el paso de decir «soy escritor», y la mayoría de ellas no te van a gustar. Lo primero es saber qué es eso de «ser escritor». Pues un escritor es alguien que escribe igual que un dibujante es alguien que dibuja. O sea, alguien que escribe con regularidad, que no tiene que ser diaria, puede ser semanal, anual —hay gente que aprovecha esas épocas del año, sencillamente porque está más tranquila—. También hay escritores emocionales, que son aquellos que escriben cuando están en una época concreta de su vida —tras una ruptura, un cambio de trabajo, una enfermedad—. Pero nunca os fieis de alguien que dice ser escritor y que siempre usa la coletilla «pues estoy pensando en una historia sobre...». Este tipo de personajes es muy frecuente en los entornos culturales y es su técnica para ligar. Para escribir no basta con pensar en una historia, hay que escribirla. Desconfiad de esa gente y no dejéis de vigilar vuestra bebida si oís a alguien usar esas palabras.
Otra cosa que tienes que saber antes de empezar a escribir es que no te vas a hacer rico. Para empezar, porque la competencia es tremenda. Para continuar, porque los márgenes son ridículos y nadie compra obras de desconocidos. Si estáis pensando en vender libros, tendréis suerte si os podéis pagar un par de cafés. Así que aceptar que vais a escribir por amor al arte y que luego ya si todo va bien en unos años podríais llegar a ganar una cantidad miserable de dinero.
Inspiración
Si aún así quieres seguir escribiendo es porque de verdad te gusta, así que al lío. Lo primero es saber dónde se encuentra la inspiración. Esto es algo que la mayoría de la gente imagina como una epifanía que baja del cielo y nos llena la cabeza y entonces comenzamos a escribir compulsivamente. Pues bien, casi nunca es así. Efectivamente, a la inspiración hay que encontrarla. A menos que tengas muy claro lo que vas a escribir, desde luego.
Escribe de lo que sabes
Esto es un tópico del que a veces nos olvidamos. Siempre nos resultará más fácil crear sobre cosas que nos pillan cerca que de temas que nos son totalmente ajenos. Por ejemplo, a un informático le resultará más sencillo escribir sobre la vida de un programador que sobre la de una anciana que vive en Siberia. O un aficionado a la historia tendrá más fácil escribir un relato sobre un campesino medieval que sobre espionaje industrial. Pero esto no significa que no podamos escribir sobre cosas que nos queden lejos, solo que nos costará más trabajo —por ejemplo en documentarnos— hasta que nuestra historia adquiera forma.
Lee
Puedes leer sin ser escritor, pero no puedes escribir sin ser lector. Es muy importante saber cómo se estructura una buena historia. Buscar la forma que más nos gusta en otros autores y hacerla nuestra. También nos ayudará a encontrar los temas que nos gusta y los personajes. Cuando no sepáis sobre qué escribir, podéis coger a vuestro personaje favorito y meterle en vuestro propio relato.
Socializa
A menos que seas Patricia Highsmith, que vivía recluida en una mansión, te resultará más fácil encontrar un tema si socializas. Con esto no me refiero a que te vuelvas una encarnación de Charles Bukowski. Ve a exposiciones, clubes de lectura, talleres de escritura, charlas, coloquios —sí, a mí también me aburren, pero a veces he encontrado cosas muy interesantes—. Y no tienen que ser siempre relacionados con la cultura. Cualquier cosa que llame vuestra atención, vale.
Busca un lugar
No me refiero a que te vayas de viaje, sino a que busques ese sitio que te hace sentir creativo. Puede ser la bañera o la cafetería de la plaza, una biblioteca o la encimera de la cocina. El cerebro hace interesantes conexiones sinápticas cuando se encuentra en determinados lugares.
Crea un ritual
Se dice que George Simenon cargaba 8 pipas con tabaco y las iba fumando consecutivamente mientras escribía. Cuando acababa la última, se levantaba de la mesa de trabajo. Tengo un buen amigo que enciende palosanto y purifica la habitación. A continuación enciende incienso y por último se enciende un cigarro y comienza a escribir. Los rituales nos sirven para entrar en el personaje de escritor y a veces, cuando nos ponemos una máscara, nos resulta mucho más fácil desarrollar una tarea.
Inteligencia Artificial
Ahora todo el mundo habla de este tema. Y no, una inteligencia artificial como ChatGPT no va a escribir nada por vosotros, pero os puede ayudar muchísimo. Tenéis que imaginar que estáis hablando con un niño de 7 años que tiene todo el conocimiento del mundo, así que si le pedís que os escriba una historia de policías lo hará, pero será algo muy básico que necesitará luego de un buen pulido. Sin embargo, es mucho más interesante si le hacéis las preguntas adecuadas. Por ejemplo:
«Cuales son los fundamentos de las novelas de Agatha Christie»
«Cuales son las preguntas a las que debo responder si voy a escribir un relato de ficción basado en una oficina»
Podéis ir haciendo preguntas en este sentido e ir profundizando en la creación de los relatos. Incluso podéis pedir opinión de lo que habéis escrito. Os ayudará con la creación de los personajes y sus características. Después filtrad lo que os gusta y lo que no. Es, sin duda, una de las mejores ayudas que he encontrado.
¿Y ahora qué? pues ahora a escribir, porque no podéis escribir sin escribir.
Qué buenísima entrada. Sobre todo los consejos sobre dónde no hay un escritor sino un noctámbulo con ínfulas... Me lo guardo para la caza de los sábados.
Ahora, en serio, me ha gustado mucho. Lo del ChatGPT... Me rechina. Me acerca demasiado a las paredes parlantes de Bradbury. Qué le vamos a hacer, soy analógica. El resto, creo que hay mucha gente que siente ciertas "inspiraciones" en momentos puntuales y ya con eso creen que pueden ser "la nueva Sara Mesa" (oye, que esto igual, pues si ;-) ). Como tu bien dices, escribir, como todo en la vida, requiere de oficio. No es un acto visceral para llenar media cuartilla con 300 palabras sobre "él". Es establecer una rutina…