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Foto del escritorLuis R.

Hoy se lee manga IV: El club del divorcio



Hablar mal de algo es más fácil que hablar bien. Y halagar es la forma más sencilla de criticar una obra sin decir nada de ella. Así que el problema es que no sé cómo hablar de esta obra sin caer en el halago fácil. El club del divorcio, de Kazuo Kamimura, editado en España por ECC, es un comic que está a más cerca de la novela o de lo cinematográfico que del manga. Escrito entre 1974 y 1975, cuenta la historia de Yuko, una joven divorciada que regenta un club nocturno para hombres donde también trabajan otras jóvenes divorciadas. La trama no tiene nada de superficial y los personajes son realmente profundos. Yuko tiene una hija a la que ve cada fin de semana y que vive con su abuela, también tiene un exmarido pianista que es, desde cualquier punto de vista, un perdedor y una serie de trabajadores y clientes, cada uno con su propia vida. En los dos tomos en los que se ha publicado esta obra encontramos diversos capítulos, breves, en los que vamos viendo poco a poco como evoluciona la vida dentro de El club del divorcio, que es el nombre del local que regenta Yuko. El propio autor aparece autorretratado dentro de la obra, lo que le da una sensación de mayor realidad a todo. Y es que los personajes son humanos y cercanos con sus aciertos y sus errores.

El divorcio ha sido en Japón hasta hace poco una especie de estigma para la mujer, que siempre será vista como «la mujer de otro». Si algo nos llama la atención es que a ojos de un occidental de hoy en día, los veinticinco años que tienen las protagonistas nos parecen muy jóvenes, pero una mujer que no se ha casado a esa edad ya lo tenía muy difícil. Si además estaba divorciada, era poco menos que una mujer marcada. El bar que nos muestra la obra es un local nocturno en el que las mujeres no son prostitutas, sino que se dedican a hacer compañía a los hombres que van a beber para que estos consuman más. Luego, lo que hagan con ellos va por su cuenta. Los clientes son retratados a lo largo de toda la obra como un grupo de borrachos a los que les encanta usar a las mujeres. Algunos más pesados, otros más amables, cada cliente tiene su propia personalidad.

Por otro lado, la edición española merece mucho la pena. Con una traducción bastante decente, contiene muchas explicaciones a pie de página, sobre todo a costumbres japonesas, poemas o canciones. Y es que si algo tiene esta obra es, además, una carga intelectual enorme.

El dibujo es muy bueno y elegante, acompañando muy bien, sin estridencias, a toda la obra. Si algo llama la atención es el detalle en la forma de vestir de la protagonista. Siempre con kimonos diferentes y siempre el adecuado para cada ocasión.


Araki - fotografía sin título

En ocasiones este manga nos lleva a las fotografías Araki, fotógrafo contemporáneo de Kamimura (ambos nacieron en 1940) y que comparten obsesiones por lo que podríamos llamar una «elegancia rota», y es que en ambos autores vemos cómo entran en el mundo de la noche, como se reflejan ellos mismos y se muestran dentro de su obra. Lo que ambos nos cuentan no es su vida, sino las vidas de la gente con la que se cruzan. Vidas difíciles y oscuras en muchos casos. Para sus protagonistas, el sexo, la vida nocturna y el alcohol es siempre un vehículo, nunca el fin. Y esto les diferencia siempre de los secundarios, que se mueven en dirección opuesta.

17 visualizaciones2 comentarios

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2件のコメント


hugosancho20
2022年12月09日

Esta obra de Kamimura está en mi lista de pendientes desde hace tiempo y tus comentarios la acaban de empujar a los primeros puestos. He leído las otras dos obras del autor que hay disponibles en el mercado español actualmente: Historia de una geisha y Una mujer de la era Showa, así como Lady Snowblood de biblioteca. Todas y cada una de ellas me parecen joyas. Me encanta el dibujo sencillo y, a la vez, tremendamente sensual de las mujeres, que en el caso de este autor parecen siempre la misma mujer. En realidad, estoy enamorado de esa mujer "Kamimura". Una mujer que a pesar de las circunstancias adversas, a veces horrendas, no pierde el tiempo lamentándose: hace lo que…

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Luis R.
Luis R.
2022年12月12日
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Tienes toda la razón en lo de que son supervivientes. Hay que tener en cuenta que autores como Kamimura, que comienzan su carrera a principios de los sesenta como dibujante o escritor o fotógrafo, son hijos de la postguerra, con un Japón en reconstrucción donde la miseria y el hambre son protagonistas. Y efectivamente, los personajes protagonistas son siempre de un gran estoicismo, porque eso es lo que había que hacer. En el mismo orden, pero curiosamente en el lado opuesto, esta Osamu Dazai, que lo que intenta es vendernos la miseria humana y la desesperación. Al fin y al cabo, cuando no hay nada para comer, los héroes son los que consiguen sobreponerse, pero lo cierto es que la…

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