Retomo esta sección después de las vacaciones de navidad y quiero empezar el año con manga creado por mujeres y dirigido a un público femenino adulto, conocido en Japón como yosei y del que ya hemos visto aquí otros ejemplos, como «el club del divorcio». Esto no significa que no pueda llegar a un público masculino, como podría ser el manga de género shojo al que pertenecería, por ejemplo, el muy famoso «Candy Candy», orientado a un público femenino adolescente y que es más difícil que pueda ser entendido por lectores con próstata. Creo que no hace falta explicar que el término va dirigido no significa que solo sea para ese público en concreto.
Aclarado lo anterior, volvemos con «el amor duele». Su autora, Kiriko Nananan, pertenece al movimiento de la nouvelle manga. Creado por el autor Belga residente en Japón Frédéric Boilet, y cuya filosofía consiste en mezclar la forma de narrar la vida cotidiana tan precisa que tiene el manga, pero haciéndolo más estético, como en el cómic occidental, de forma que pueda llegar a un público fuera de Japón. Otro autores del que ya os he hablado por aquí y que también pertenece a este movimiento es Jiro Taniguchi. Y es que en este tomo, editado en España por Ponent Mont, tiene una estética limpia, mostrándonos en el dibujo todos esos detalles del día a día y que están dotados de una belleza especial. Y un ejemplo de esto es, por ejemplo, la sencillez de la portada con esa representación de una mujer joven recogiéndose un moño y con el cuello completamente estirado. En realidad, una vez que comienzas a leerlo, parece que todos los dibujos son relleno de algo más importante, pero es que resulta que eso es precisamente lo importante. A veces la acción ocurre fuera de la imagen y otras veces lo que vemos contradice al texto, porque no siempre lo que hacemos y decimos tienen relación. En este sentido, la autora tiene un gran ojo a la hora de usar el gesto exacto que describe los sentimientos de los protagonistas en cada momento.
Las historias que encontramos nos hablan de las distintas formas de amor —el amor comercial, el amor platónico, el amor en una pareja, el amor físico— de los tabúes, de los miedos, de las inseguridades —no siempre es fácil pedir un azote, por mucho que apetezca—.
Todos los protagonistas son jóvenes y nos muestra cómo hay una determinada edad en la que la gente puede tener una gran experiencia o, por el contrario, ninguna en absoluto. Para terminal, solo decir que las berenjenas en Japón tienen una forma y tamaño parecidas a un calabacín de los que conocemos de toda la vida.
Les cotilleo, mientras buscaba regalos de reyes en La casa del libro, directo fui a la planta del manga y los comics tratando de encontrar algo para mi sobrino, me sorprendí porque había tal cantidad de gente ahí, empecé a coger libros tras libro hojeando y al final no compré porque me sentí perdida. Cuando salía de la tienda pensé en ti, Luis, para que me ayudaras, pero no lo hice. Seguro habrá más ocasiones.
También me voy apuntando a leer manga, es que lo resumes de tal forma que me adentro en esa lectura y los dibujos en blanco y negro. Estoy con Hugo en cuanto al tema de las berenjenas japonesas😀. Resuelta la incógnita, esperamos más, como no puede ser otra manera, Luis. un aplauso por animar la página.
De esta obra y autora lo desconocía absolutamente todo y ahora me veo impelido a apuntarlo en mi larga lista de lecturas pendientes. ¡Gracias, Luis! (Nótese el tono ligeramente irónico pero no totalmente falso del agradecimiento). En cuanto a las berenjenas y los calabacines japoneses... creo que me he perdido algo..