Dashiell Hammett (fuente: Getty images)
Esta semana ya he comenzado a hablar de este señor, así que vamos a hacerlo completo y a volver a contar alguna cosa de él. Todos hemos oído hablar de Dushiell Hammett, así que de entrada no nos suena nada raruno. También, los más aficionados, sabréis que trabajó en la agencia de detectives Pinkerton en donde su principal cometido era reventar las huelgas que había en la primera década del siglo XX. Escribió, fue alcohólico y murió de cáncer de pulmón. Pues ya estaría más o menos lo que se sabe de este hombre de forma popular, sobre todo porque es lo que suele venir en las solapas de sus libros.
Logotipo de la Agencia de detectives Pinkerton (fuente: wikipedia)
Menos conocido es que está enterrado en el cementerio de Arlington. Sí, ese sitio que vemos en las películas y donde suelen enterrar a los héroes de guerra. Y es que además de agente de seguridad, combatió en las dos guerras mundiales. Durante la Primera Guerra enfermó de gripe española, lo que le provocó graves daños pulmonares que arrastraría toda su vida. A su vuelta a casa, con una esposa y un hijo e incapaz de llevar un trabajo exigente, comienza a escribir para ganarse la vida.
Ahora volvemos a lo que todos sabemos: los traumas de guerra y las secuelas le llevan a la bebida. En sus historias, porque escribió tanto novelas como relatos, guiones de cine e incluso comic, utiliza sus experiencias como agente de seguridad para meter al lector. Además, durante la gran crisis del 29 y la depresión de los años 30, se vuelve mucho más oscuro y poco a poco va formando lo que más tarde sería conocido como "novela negra", convirtiéndose en un escritor con un gran reconocimiento.
Durante la II Guerra Mundial se alistó como voluntario y editó un periódico militar con el rango de sargento.
Lápida de D. Hammett en el cementerio de Arlington (fuente: arlingtoncemetery.net)
¿Y después? lo de siempre en la década de los cincuenta de Estados Unidos. Persecución por ideas políticas, cárcel (donde estuvo seis meses), listas negras y desacreditación.
Algunos de los personajes que nos dejó fue, por ejemplo, al maravilloso matrimonio formado por Nick y Nora Jones en The thin man, que fue llevada al cine y en España se tituló "La cena de los acusados". Curiosamente, se hicieron seis películas protagonizadas por estos personajes, aunque Hammett solo escribió una novela. También creó a Sam Spade, el protagonista de El Halcón Maltes y que es, quizá, donde más volcó sus conocimientos sobre esa oscuridad que hay siempre subyacente y que conoció muy bien en sus tiempos de agente en Pinkerton.
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