La vida no es principalmente una búsqueda del placer, como creía Freud, ni una búsqueda de poder, como lo enseñó Alfred Adler, sino una búsqueda de sentido. La mejor tarea para cualquier persona es encontrarle sentido a su propia vida.
Viktor Frankl
¿Qué pasa cuando no tienes objetivos?
¿Puede el ser humano vivir sin una meta?
¿No es, por definición, la razón de ser del camino que construimos viviendo?
¿No es necesario un destino para poder andar el camino, para poder vivir?.
Viktor Frankl (Viena 1905 - 1997) fue el padre de la tercera escuela vienesa de psicoterapia, basada en el "logos" como "sentido" o "propósito" y dio a conocer su forma de entender la vida con un best seller. Frankl escribió "El hombre en busca de sentido" en 1946, después de haber pasado por algunos campos de concentración nazis, como Dachau o Auschwitz, de haber perdido a toda su familia, amigos, seres queridos y sabiéndose enfermo de neurosis y crisis existencialistas que derivaron en el desarrollo de su teoría. Y es así como está estructurado el libro. Primero, nos habla de la llegada a los campos de concentración, del shock brutal al ver a los humanos reaccionar (o no reaccionar) a lo que estaban viviendo. También relata, desde una perspectiva absolutamente blanca como era el día a día allí. Luego utiliza esas vivencias para introducir la logoterapia.
Somos muchos los que hemos leído este libro y no conozco a ninguno que haya quedado indiferente. En mi caso, estaba en un curso de formación para formadores al que me había mandado mi empresa para "potenciar todo lo bueno que hay en ti y que puedas volcarlo en tus compañeros" (pues vale; me gusta la formación, voy). El profesor, ponente, gurú y modelo es, por fortuna para mi, compañero de trabajo y además de escritor (de esto tengo que hablar en algún momento) es un entusiasta de la vida, de crecer por dentro, de transmitir conocimientos, de que las cosas tengan un sentido. Él fue quien nos recomendó la lectura de ese libro sin advertirnos de nada. Simplemente nos contó que para él había supuesto reordenar sus prioridades y establecer una nueva atalaya desde la que observar su propio camino para corregirlo y compartirlo. Yo lo leí en cuando volví a Madrid y puedo decir que siempre he sido de la escuela del "a pesar de todo, si a la vida" incluso sin saber que esa era la escuela de la logoterapia.
Yo no voy a ahondar en la doctrina psiquiátrica porque no soy del gremio, pero voy a recomendar la lectura de este libro a todo aquel que quiera crecer en positivo; aprovechar los reveses inherentes a la vida para mejorar su propia existencia y alimentar su corazón. En este sentido, para terminar, voy a traer una anécdota. Relata el vienés que charlando con una mujer, esta el confesó que hacía unos 25 años que había leído "El hombre en busca de sentido" y que no había podido olvidarlo. Él le preguntó ¿Y lo recuerda en su mente o lo recuerda en su corazón? a lo que la mujer, para satisfacción de Frankl respondió "en el corazón". "Eso es bueno" dijo el filósofo que creía en el corazón de los griegos, aquel órgano integral que servía para desear (ejercicio de la libertad), pensar (ejercicio de la responsabilidad) y querer (ejercicio de la espiritualidad).
Os dejo por aquí algunas frases de Viktor Frankl:
Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos
Ser tolerante no significa que comparta la creencia de otra persona. Pero significa que reconozco el derecho de otro a creer y obedecer a su propia conciencia.
La libertad no es más que el aspecto negativo de cualquier fenómeno, cuyo aspecto positivo es la responsabilidad.
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