Las hermanas Grimes, al cuadrado

¿Has estado alguna vez en el Mercado de la Cebada?

Es un lugar con muchas capas. La de su icónica cubierta, la de la antigua cooperativa de comerciantes y tenderos, la de la gentrification y el turismo... Es muchas cosas, algunas muy profundas que pasan desapercibidas para el cliente accidental.

Yo ahí soy cliente causal. Mi causa es una esquina del piso superior donde se venden libros usados. El puesto 143 lo regenta una mujer peculiar a la que me gusta frecuentar. En una de mis visitas recientes la imagen en sepia del Puente de Brooklyn precedida por el retrato de una mujer vestida a la moda de los 50, me abordó.

Richard Yates... Sí... Espera... Ya sé, es el autor de Revolutionary Road. No leí la novela y la película me resultó tan dolorosamente real que he procurado olvidarla.

Así que aquí tengo al Sr. Yates, pidiendo mi atención... Decidí probar en modo biblioteca (privilegios de cliente causal)

Dicen que los libros tienen que tener un inicio que capture toda tu atención para que sean éxitos. La primera frase de este libro es "Ninguna de las hermanas Grimes estaba destinada a ser feliz". No sé si es justo convertirse en un éxito si esa frase potente inicial es tan triste. Desde luego, mi atención ya la tenía. Y la ha tenido en los dos días que he tardado en terminar de leer.

No puedo decir mucho. Aún estoy abrumada. Sólo diré que he pagado el libro y que está en mi librería junto a la otra novela que saltó a mi regazo desde otro anaquel en el otro Arranca Thelma.

Abrumada no puedo hacer una reseña pero si puedo anotar que, casualidades, esta novela se escribió en 1976, año de mi nacimiento. Pues bien, para que se entienda mejor mi titulo, ahí voy. En 1956, veinte años antes de que el Sr. Yates creará a las hermanas Grimes, Bárbara y Patricia Grimes desaparecieron una tarde de finales de diciembre cuando se dirigían al cine para ver "Love me tender", con Elvis Presley. Días después fueron encontradas muertas, con sus cuerpos desnudos y congelados, tras un quitamiedos en una carretera interurbana. El crimen nunca se resolvió.

No sé si Yates pensó en esto al ponerle el nombre a las protagonistas de su novela, pero a mí me ha resultado fascinante. Es toda una analogía que, sinceramente, dudo que fuera casual. En cualquier caso, el título original de esta novela es "The Eastern parade" que, a priori, puede resultar menos adecuado que su versión en castellano. No estoy de acuerdo y si lees el libro lo entenderás.

"Tengo casi 50 años y nunca he entendido nada en toda mi vida"

En fin, que recomiendo encarecidamente la lectura de "Las hermanas Grimes" al cuadrado. En la atosigantemente triste y descarnadamente real historia de Yates y en la crónica de sucesos de los cientos de podcast y similares que se han hecho eco de la muerte de las niñas Grimes, aunque, ninguno haya hecho la analogía...;-)

Y que recomiendo encarecidamente la visita a Arranca Thelma, en cualquiera de sus versiones.