Me encanta viajar. No "trasladarme" (ir de un sitio a otro) sino viajar como concepto. Viajar es empaparme del camino, de lo que aporta cada curva o cada cambio de rasante; usar todos los sentidos para conocer y reconocer cada parada. Viajar es un cúmulo de sensaciones que se engrandecen cuando se amplía lo que se percibe con ojos, nariz, oídos, boca y manos con lo que aporta la literatura de viajes.
Los libros de viajes antes de un viaje deberían de ser obligatorios. No es lo mismo enfrentarte tu solo a la inmensidad del Amazonas que hacerlo de la mano del "Rio de la desolación" de Javier Reverte. No es lo mismo visitar Santander tras haber disfrutado de "Ahogada en llamas" de Jesús Ruiz Mantilla.
Este fin de semana estuve tratando de evitar las temperaturas incompatibles con la vida, así que me fui a pasar el puente madrileño de Santiago a tierras de Navarra.
Navarra me gusta por varios motivos; es norte (y yo soy norte, aunque sea otro norte), es contraste (nada que ver Las Bardenas Reales con la Selva de Irati), es comer y beber (la DO Navarra tiene caldos espectaculares, sobre todo si los juntas con un poco de chistorra, unos espárragos o unos buenos pimientos asados) y es escenario de algunas de las novelas de Ibón Martín (Donosti, 1976).
Si, soy fan de la inspectora reconvertida a escritora, Leire Altuna y su segunda, Ane Cestero. Y como no podía ser de otra forma, en mi visita a tierras navarras, hice parada en los dos escenarios de las novelas de la saga: la antigua fábrica de armas de Orbaizeta y las cuevas de Zugarramurdi. Como diría uno de mis asesinos favoritos (si, ya sé como suena eso), vamos por partes. Hoy, Orbaizeta o lo que es lo mismo, hoy "La fábrica de las sombras"
Enlaces con información sobre la antigua fábrica de armas
Enlaces sobre "La fabrica de las sombras"
Si no has estado nunca en Orbaizeta, ve. Sin más. La antigua fragua que se creó por decisión de doña Blanca de Navarra, luego se potenció por el Rey Carlos III como centro de fabricación de munición y mas tarde destruyeron los franceses durante la guerra de la independiencia, es hoy una ruina del patrimonio industrial invadida por una naturaleza que la embellece hasta dejarte sin aliento. Ese, es el escenario de la segunda novela de la saga de Leire Altuna y de alguna manera, el paisaje es protagonista también del texto. En la novela, Orbaizeta te asfixia, te ahoga, resulta excesiva e incómoda, aunque tremendamente atractiva. La historia actual (2014) de unos asesinatos mezclada con historia de los vecinos de ese lugar en plena postguerra, donde buscarse la vida cruzando la muga era casi la única forma de sobrevivir, podría ser una novela "de noire nórdico" más, pero no sólo es un thriller trepidante sino que tiene unas pinceladas de costumbrismo que hacen que, cuando te decides a visitar el lugar, lo sientas propio.
No es esta la mejor novela de la saga, pero la ambientación bien merece que os busquéis un ejemplar, os coloquéis cómodamente debajo de la sombrilla, el aire acondicionado o un árbol ancestral y dejéis que Ibón Martín y Leire os lleven al paraíso navarro, entre crimen y crimen.
Os dejo unas fotos y una recomendación:
Viajad a los escenarios de vuestras novelas favoritas. Será como estar en casa.
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