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Foto del escritorLiber Alis

ESCENARIOS DE NOVELA: 'El clan del oso cavernario'



Andábamos este verano B. y yo por nuestro norte, dando saltos como las corzas entre los peñascos y se nos ocurrió ir a visitar las Cuevas de Covalanas. No podría haber sido mejor idea.

B. no es nada lectora. Nada. Pero tiene un libro fetiche; un libro que la abriga, la construye y la reconforta. Contra todo pronóstico, ese libro es el best seller de J.M.Auel "El clan del oso cavernario". A mi, ni me atraen "los trogloditas" ni me gustan las novelas donde, por razones obvias como en este caso, los diálogos no son irónicos y negros. Vamos, que no estaba en mis planes leer este libro (nunca)


Como la visita a las Covalanas me impactó (mucho tuvo que ver el buen hacer de la guía) y como B. es muy persistente cuando le da la gana, le prometí que leería "su libro" y yo siempre cumplo mis promesas. Por eso, me marco este "ESCENARIOS" un poco cogido por los pelos. La datación de las Covalanas y sus increíbles pinturas y la historia de Auel coinciden, aunque el escenario sea otro, pero esto es una licencia en honor a B. y a unos días increíbles en la tierruca.


El libro está escrito de forma sencilla. Es casi un cuento, donde se dibuja maravillosamente bien lo que podría haber sido la vida rutinaria, estación tras estación, de un clan de neandertales. Cazar, conservar la comida y las hierbas, tener hijos que aseguren su supervivencia y asociar su mala/buena suerte con los deseos de los espíritus (castigos/premios). Esa aparente normalidad cotidiana empieza a resquebrajarse el día en que la hechicera, Iza, recoge a una niña cromañón a la que cría como hija propia. Layla es todo un revulsivo. Auel consigue que entendamos como la inherente libertad de Layla y el conocimiento ancestral de su especie le suponen al clan neandertal un problema de principios, un torpedo a la línea de flotación (tenía que meter un toque marinero), un desconcierto difícil de gestionar. De pronto, una niña hace que todo aquello sobre lo que ellos han creado su mundo se tambalee. Y sin embargo, tienen la racionalidad de discutir si ella es o no es compatible con la propia permanencia del clan como sociedad. Si pueden olvidarse de sus tradiciones y su esencia para aprovecharse de los talentos innatos de alguien de otra especie. Me resulta una fabula increíblemente moderna.


Es cierto que lectores milenial o personas con la mente pervertida a base de escuchar programas de radio y/o televisión, seguir cuentas de Twitter o tragarse demasiadas sesiones de control a diferentes Gobiernos, encontraran intolerable la forma en la que se justifican las vejaciones, maltratos y humillaciones a las que las mujeres se ven sometidas de forma tanto cotidiana como extraordinaria. Confío plenamente en que lectores un poco mas maduros no solo a nivel hormonal, social y antropológico, sino literario, entiendan como, en realidad, lo que cuenta Auel podría ser, perfectamente real y no significa ninguna defensa de nada. Por favor.

Resulta sutil pero contundente como contrapone la figura de Layla a todo y a todos. Mujer "fea" (por diferente morfológicamente), superviviente, impregnada por el espíritu más poderoso (el de la leona cazadora) que prioriza las libertades individuales y el bien común a cualquier otra cosa, incluso ella misma, consiguiendo que eso la ensalce, la engrandezca y, de alguna manera, haga evolucionar la sociedad en la que vive hasta eliminar algunas de sus injusticias más arraigadas. Layla es a la vez, Isabel La Católica, Juana de Arco, Marie Curie, María Pita, mi abuela y B. Y también esa leona vigilante que alimenta a sus cachorros deseando que crezcan fuertes y sanos, que aprendan a vivir mas allá de su supervivencia, aunque al hacerlo sepa que les aleja con cada bocado, con cada lección.


En fin, creo que voy a tatuarme el zarpazo de una leona cavernaria en algún trozo de piel que se pueda ver desde el cielo.


Os dejo unas imágenes de las pinturas de las Covalanas (no se permiten las fotos, así que son de la web) y algo de información.







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4 Comments


MARTHA MOLINA VIVANCO
MARTHA MOLINA VIVANCO
Sep 15, 2022

El clan del oso cavernario, lo escuchaba en cada viaje en tren o autobús. Como bien dices Maria era un best seller, y, creí que era como otros que lo publicitan tan bien y cuando lo lees te deja un mal sabor de boca. Lo conseguí de promoción con un periódico a nivel nacional (los bien recibidos libros de bolsillo). Desde la introducción a la prehistoria y la forma de "contar" sí, como un cuento fácil de entender, yo disfruté mucho ese pequeño gran libro de historia.

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Liber Alis
Liber Alis
Sep 16, 2022
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Si, Martha, es un "clásico". Creo que este libro estaba entre las novelas de mis padres, en aquellas estanterías oscuras, casi tenebrosas a las que me acercaba a hurtadillas y donde aprendí algunas de las cosas que me definen.

El tema no me atraía, pero cuando estuve en las cuevas, la guía consiguió que me sintiera (yo, y todos, creo) desnuda de modernidad y sociedad. Nos puso a todos muy cerca de lo que podría haber sido aquella vida primitiva. El ambiente me llevó a aceptar la propuesta de una lectura, a priori, tan alejada de mí, y desde luego, ha sido todo un acierto. Me encanta que ahora compartamos también este libro!

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Unknown member
Sep 15, 2022

Sé que no tienen nada que ver salvo que son cuevas y están en Cantabria, pero nosotros nos apuntamos para la próxima visita ver las del Soplao.

Respecto al libro de Auel, yo estoy en la misma posición de desconfianza en la que estabas tu, y al no disponer de mi propia B, creo que su lectura se me quedará sine die aparcada en las cuevas del pasado...

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Liber Alis
Liber Alis
Sep 15, 2022
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Es bonita la visita a El Soplao. Y muy turística (preparada para hacer caja). Eso no quita para que no sea un lugar impresionante que te deja con la boca abierta. Es obligatorio, si se está por la zona, hacer esa visita. Aún así, Covalanas tiene la magia de Altamira. No es sólo la naturaleza quien ha creado; fueron los nuestros. Los primeros "nosotros" y eso, bien contado, te pone los pelos de punta.

Respecto del libro, algo que aprendí gracias al club de lectura es a salirme de mi zona de confort. Y esta vez, mereció la pena.

Feliz visita a mi tierra!

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